BUENOS AIRES.- El kirchnerismo mantuvo en 2014 su fuerza parlamentaria en el Senado y aprobó proyectos impulsados por el Poder Ejecutivo, pese a los vaticinios sobre eventuales deserciones o transferencias de lealtades en el período final de una gestión que ya lleva más de once años de continuidad.
En los hechos, el Frente Para la Victoria-PJ no sufrió bajas en los últimos 12 meses, aunque sí se registraron algunos reordenamientos en los bloques de oposición como los peronistas disidentes Juan Carlos Romero y Roberto Basualdo, que tomaron las banderas del massismo, aunque continúan en el entramado del interbloque del Peronismo Federal con otros anti-K.
El oficialismo, en tanto, mantuvo su bloque de 32 senadores propios, ahora con la ausencia del chubutense Marcelo Guinle, en licencia por salud; más sus tres aliados por Santiago Del Estero: el actual presidente provisional del Cuerpo, Gerardo Zamora, Ada Iturrez de Cappellini (por el Frente Cívico por Santiago) y Gerardo Montenegro (por el Frente Popular). Además, cuenta con el acompañamiento eventual de la peronista pampeana María de los Angeles Higonet, la peronista santafesina Roxana Latorre (ex reutemannista devenida sciolista) y la representante del Movimiento Popular Neuquino Carmen Lucila Crexell, y el senador por Corrientes José María Roldán (del Frente de Todos), con lo cual suma 38 voluntades al menos para el quórum. En ese espacio debe contabilizarse al ex presidente Carlos Menem, quien el 19 de noviembre reapareció en el recinto en el momento justo en que se aprobó el pedido de licencia de Guinle, pero permaneció por corto tiempo en su banca, situación que se reiteró en sesiones posteriores. Pues, ese número 39, que supera en dos el necesario para el quórum, le permitió al oficialismo aprobar en 2014 varias iniciativas pedidas por el Gobierno como la Ley de Abastecimiento, la reforma de la Ley de Defensa del Consumidor, la Ley de Hidrocarburos, la reforma del Código Procesal Penal, la ley de regulación del servicio de Telecomunicaciones (que sí recibió una gran cantidad de modificaciones a pedido de los legisladores). Así como el adelantamiento de la puesta en marcha del reformado Código Civil y Comercial, dar acuerdo al pliego del ex titular de la Comisión Nacional de Valores Alejandro Vanoli, para la conducción del Banco Central, entre otras tantos temas.
Sin embargo, no pudo evitar la embestida de la oposición, en el recinto, contra el vicepresidente Amado Boudou, por su complicada situación judicial.
El marplatense Boudou fue blanco de todo tipo de críticas, debió afrontar primero una solicitud para que tome licencia, luego un reclamo expreso de suspensión en su cargo y numerosa cuestiones de privilegio en el mismo sentido, que el kirchnerismo pudo abortar en la Comisión de Asuntos Constitucionales gracias a la mayoría que sustenta.
Ya con una agenda parlamentaria mucho más liviana, el oficialismo en el Senado deberá encarar el último tramo de la gestión de la presidenta, Cristina Fernández, aunque no se visualizan grandes desafíos legislativos en medio de un año totalmente electoral. (DyN)